domingo, 5 de febrero de 2012

En este 2012 uno de los objetivos es comenzar a tocar el Ultra Trail Running y como primera entrevista vamos a presentaros a Manuel Díez, conocidos por todos como Lolo. Un apasionado del deporte y que ama a la montaña por la gran esencia que representa. Se leís la entrevista entera seguro que os cautiva este precioso deporte que cada vez está mas de modo y que a mo por ejmeplo me ha enganchado.

Quién es Lolo Díez?
Una persona inquieta, que roza la hiperactividad. Es un cabezota nato, si se propone algo, por lo menos lo intenta y es probable que lo consiga. Con poco mas de 19 años se propuso subir el Everest cuando cumpliera 30 años, y así ocurrió el 19 de mayo del 2009 a las 2130 horas salía de su tienda a 8.000 metros camino de su sueño, era el día de su 30 cumpleaños. Y ahora dejando de hablar de Lolo Díez desde fuera y hablando desde dentro, me gusta superarme, me gusta plantearme retos, no puedo vivir sin ellos. Por desgracia me he hecho drogadicto, de mis propias endorfinas, hace no mucho Rafa Nadal dijo que cuanto más sufría más disfrutaba, y pensé para mi mismo, este correrá algún ultra. No me gustan los planes de entrenamiento, corro o monto en bici hasta que o me canso o no me apetece, no me gustan ni las series ni las pistas de entrenamiento. En cambio disfruto entrenando con gente, disfruto saliendo al monte con compañeros y tanto conocer sitios nuevos como sacarme los ojos con cualquiera.

Cuéntanos tus inicios en el deporte.
Pues creo que debido a mi hiperactividad que me debía hacer insoportable, mis padres me inscribieron a todas las actividades extraescolares posibles, gimnasia deportiva, tenis, baloncesto e incluso recuerdo un día de Hockey, pero no fue hasta los 12 anos cuando a través de un vecino me introduje en el mundo del mountain bike donde llegue a tener buenos resultados en categoría junior a nivel nacional.
Llegue a la universidad y me centre en otros asuntos hasta que en 2003 retome el deporte y ya fue cuando me interese por la montana y los raids de aventura. Recuerdo que antes de subir el Aconcagua en Argentina solo había subido dos tres miles el Posets y el Mulhacen.

¿Por qué terminaste en los ultra trail de montaña?
Pues como preparación para hacer Alpinismo empecé a correr por montana, pensaba que si podía correr a gusto en el monte subiría mejor, y llego un momento en el que me sentía mas cómodo corriendo que andando, disfrutaba mas de las ascensiones y durante un verano que me tire un tiempo haciendo montana en pirineos, recuerdo comenzar a hacer mis primeras ascensiones de tres miles en pocas horas subir y bajar y se hacia disfrutón. Ya fue cuando entre en el Club Tierra Trágame cuando me entro el gusanillo de los Ultras. Fui conociendo gente que corría muchos ultras y empecé a compartir experiencias con ellos, gente como Aurelio Olivar, Mónica Aguilera y Nerea Martínez, a los que admiro y doy gracias por sus consejos.

¿Qué tipo de preparación realizas?
Correr y montar en bici hasta el cansancio absoluto, como ya he dicho no soy un fan de los entrenamientos programados. Nosotros tenemos en el club un foro y siempre hay alguien que va a salir a correr a algún sitio, si el trabajo y la economía me lo permite alli estoy el primero.
Casualmente ayer hizo un año de mi GPS y viendo los resultados han salido 560 h de entrenamiento en este año, teniendo en cuanta un mes de vacaciones y otro mes parado por lesiones.

¿Se puede ser profesional de este deporte?
Si y no. Quiero decir que vivan de ello en Europa no es lo habitual empieza a darse casos de corredores que se están ganando un pequeño sueldo con esto pero no es lo habitual, en cambio en EEUU si es normal que los corredores tengan un sueldo por este trabajo. De todos modos, creo que no soy el único, que creo que el día que se profesionalice este deporte podría llegar el fin también, porque ahora se compite contra uno mismo, simplemente por el hecho de sufrir y quiero creer que muy poco lo hace por el dinero, en cuanto entrara el dinero por medio ya sea en sueldos o en premios podría generar otro tipo de problemas, y con esto no quiero decir que el Trail en general sea un deporte puro, que seguro no lo es, pero es mas esencial.

¿Tienes algún tipo de ayuda?
Si, siempre hay algún alma generosa que te apoya y piensa en ti yen facilitarte la vida. En este momento en material deportivo por un lado tengo a Salomon y para mis pies los Injinji unos calcetines, de veras, curiosos pero imprescindibles, como complementos alimenticios nunca falta KeepGoing y en mis viajes pues la que me da de comer y en la medida de lo posible, mi Lufthansa.

Sabrías explicarnos cuál es la esencia de la montaña.
Me alegra que me hagas esa pregunta. NO. La sabes sentir, la puedes tocar, la puedes ver, pero explicar es difícil. Es fácil respirarla, es fácil que te sople y olerla, pero no soy capaz de decirte. Si se decirte que me gusta, que me hace sentir a gusto y que es bella.

¿Cuál es el secreto para bajar rápido por la montaña?
Primero y creo que lo más importante tener el miedo controlado, y, ¿Cómo se controla? Cayéndose muchas veces hasta que te das cuenta de que al fin y al cabo no duele tanto. Es importante mantener el equilibrio y jugar con el cuerpo balanceándolo hacia el frente y hacia atrás. No hay que escoger donde se pisa, donde pises has pisado pero hazlo con contundencia, y luego sentir que a la hora de bajar rápido, bailas, mueves los pies y parece que tienes ritmo.

Seguro que tienes mil anécdotas, cuéntanos la primera que se te venga a la cabeza.

Realmente tengo muchas, pero la mayoría comienzan en una montaña y acababan con muchas cervezas por lo cual todas acababan olvidadas, recuerdo que incluso una vez me encontré por casualidad en un pueblo cerca de Arusha en Tanzania a una compañera de universidad que debía haberse perdido igual que yo y ¡haber bebido lo mismo!

Tanto tute por la montaña y el peligro que esta guarda en algunas ocasiones, te habrán llevado sufrir situaciones límites. ¿Cuál ha sido la situación mas dura a la que te has enfrentado?
Recuerdo dos momentos duros. El primero durante la ascensión al Denali en Alaska, uno de los día que nos tocaba descansar en el campo base a 4.300 metros, fue un día de tormenta de viento con rachas de hasta 100 Km/h, a esto había que añadirle los -40ºC, lo que hacía que la sensación térmica fuese “incompatible con la vida”, fueron momentos terribles. El segundo no fue hace mucho, durante el Ultra Trail del Atlas por un pequeño problema con la organización en el kilómetro 85 a faltas de poco más de 20 kilómetros a meta había un punto establecido para dejar comida y poder abastecerte y continuar en la última y definitiva subida hasta la estación de esquí de Oukamedien, con la mala suerte de que por desgracia la organización había extraviado mi comida. Llegué sin nada, con lo justo para volver a comer, tirar y acabar de la mejor manera posible. El médico de la organización me sugirió que me retirará, pero mi hermana y mi madre insistieron en que continuara, y… eso hice, y recuerdo que esos 20 kilómetros que al final se transformaron en casi 6 horas, fueron terribles, me quedaba dormido corriendo, me sentaba, me dormía, tenía hambre, solo pensaba en comida, pero no podía abandonar, no hice tantos kilómetros para abandonar, y acabé, y allí me esperaba una riquísima cerveza.

Cuando el cuerpo te dice “para” pero aún queda mucho para la meta ¿en qué piensas?
Es muy difícil esa pregunta, la mente en estas carreras no para de trabajar, está en constante movimiento para olvidarse del sufrimiento de las piernas. En el momento que me piden que pare, intento concentrarme, me pregunto porque lo hago, pienso en mi familia, es más en alguna ocasión incluso he llamado a mi padres para que sean ellos los que me animen, y me den ese empujón que necesito.

Gracias Lolo por la entrevista, esperamos que sigas cumpliendo tus sueños.

Para los que queráis seguir las andanzas de Lolo podéis seguir su blog http://www.lolodiez.com/

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